lunes, 11 de abril de 2022

Marguerite: El inconsciente de una mujer.

Por Eduard Reboll. Fotografías: Rocío Guerra (cortesía: Conecta Miami Arts). Edición visual Jorge Herrera-Monroy

Póster, diseño de Félix Mendoza (cortesía: Conecta Miami Arts)

Título de la obra: “Marguerite o las crónicas de una mujer dormida”. 

Dirección, dramaturgia y actuación Neher Jacqueline. Elenco: músicos/ángeles silenciosos Inez Barlatier, Daniela Padrón y Michael Gil.

Escenografía. Nobarte (Pedro Balmaseda). Iluminación Alejandro Barreto. Maquillaje Diana Zapata. Peinados Tinna Fowles y Producción general Melissa Messulam bajo la sombrilla de Conecta Miami Arts. 

Teatro On Stage Black Box. Miami Dade County Auditorium. Funciones 8-9 de abril 8pm Miami, Florida. 

Neher Jacqueline Briceño. Fotografía: Rocío Guerra (cortesía: Conecta Miami Arts)

En escena, una mujer se esconde de sí misma tapada bajo la colcha y las sábanas de su cama. Está alicaída y triste. Su nombre, Marguerite. Alrededor, tres “ángeles” con sus respectivos instrumentos de música utilizando el cuerpo o su voz celestial como acompañamiento a una historia que nos va a relatar.

Daniela Padrón e  Inez Barlatier en la cama y Michael Gil en el piso.  
 

Crónicas de un ayer sobre un amor que justificará su enajenación ante el público presente que, a veces, va a ubicarse en un supuesto infierno como ella: “Pueden irse si quieren”. Y en otras, serán simples testigos de su biografía: “Odio las consecuencias; son peor que los errores”. 

Daniela Padrón, Neher Jaqueline Briceño y Michael Gil en la cama..  
 
Me reafirmo en el subtítulo de este escrito, en el sentido más psicoanalítico El inconsciente de una mujer. Desde una visión para nada ligada a la locura como una enfermedad, sino como un síntoma de lo vivido. Desde una perspectiva abierta a los distintos temas que surgen aleatoriamente. Donde la autora, desde una ambivalencia determinada e inteligente en su inicio, intenta provocar hacia el espectador: un ligero punto de comedia por lo contado y una reflexión común con la platea. “¡Eh usted!. Sí usted, el que está sentado y lleva la bufanda. ¿Qué le parece lo que dicho?” 

Inez Barlatier y Daniela Padrón con Neher Jaqueline Briceño en la cama. 

Me fascinó el texto por su aparente ir-y-venir de sus pesares como enferma “Doctor, sáqueme de aquí. Quiero ir a un hospital”. Tratando aquello que le sucede a la mujer en su trayectoria como sujeto. Su relación con su amante Antoine -…en el fondo se oye “Ne me quitte pas” de Jacques Brel interpretado magistralmente por Inez Barlatier. 

Inez Barlatier  Fotografía: Rocío Guerra (cortesía: Conecta Miami Arts)


La historia con su hija. Su profesión nocturna: “Silvia, gracias por estar con nosotros en Radio Escucha. Y ya sabes: jabón Aurora a todas horas”. Y otra que omito para no hacer un spoiler. 

Su diálogo imaginario con Napoleón para cuestionar no sólo lo acaecido a ella sino incluso lo que supuestamente le sucedió con su amor Josefina. Sus referencias a Sigmund Freud. Celebrar la manera de sugerir la luz cenital y la dirección escénica.

Neher Jacqueline Briceño. Fotografía: Rocío Guerra (cortesía: Conecta Miami Arts)

Así como la elección de las baladas e interpretaciones musicales que complementan el texto. Elogiar a Neher Jacqueline sosteniendo la obra dramáticamente desde una cama durante más de una hora sin descender al suelo. Utilizando el cabezal como si fuera las rejas de su propia celda interior. Con voz natural adaptada al personaje. E interpretando a la mujer, en sus distintos registros como paranoica. Su pijama común acompañando la desidia. El pelo sin arreglar. El rostro aún por ceñir su figura. Sin un pintalabios o un lápiz de cejas en sus manos…Sus pies descalzos, en aras todavía de poder pisar la realidad que le espera a Marguerite.



El monólogo se cierra bajo las distintas incógnitas personales que el espectador tiene que resolver consigo mismo como individuo. Las luces se apagan. El público en pie sin fisura alguna. Mientras el género que escribo sigue su función de calidad en este Miami que resurge de las cenizas.