sábado, 18 de enero de 2020

Tres mujeres altas y el complejo mundo teatral de Edward Albee

“Tres mujeres altas” y el complejo mundo teatral de Edward Albee
Por Jorge Herrera-Monroy 
Fotos Oscar García de Paula / Daniel Fernández / Alexa Kuve / Google y Facebook Photofolios


2020 abre sus puertas al teatro en español de Miami con la lectura dramatizada "Tres mujeres altas”, (“Three Tall Women”), del dramaturgo estadounidense Edward Albee (1928-2016), la cual se llevó a cabo en el MDCA On.Stage Black Box Theatre.
Fue una única función!. Producción de Arca Images-Alexa Kuve, bajo la dirección de Larry Villanueva, con las actuaciones de Zully Montero, Rosie Inguanzo, Carmen Albernas y la aparición especial de Roberto Santamarína. En esta ocasión, se hizo un montaje en un solo acto de la obra original que duraba dos, la cual se estrenó en el Vienna’s English Theatre en Austria en junio de 1991. 
Luego, en 1994, se puso en Londres y en Nueva York en el Promendade Theatre del Off-Broadway y por supuesto, dicha obra tuvo una exitosa temporada en Broadway en el Golden Theatre.
Mientras que en años siguientes, se montó en alemán, francés e italiano. En español la obra tuvo representaciones a partir de 1995 en España, Argentina, Chile, Uruguay y México, en donde tuve la oportunidad de verla en su estructura original de dos actos, con las actuaciones de Carmen Montejo, Blanca Sánchez e Irela de Villers. 
Montejo, Sánchez y de Villers 
“Three Tall Women”, (“Tres mujeres altas”) le dio la oportunidad al dramaturgo estadounidense Edward Albee, de ganarse su tercer premio Pulitzer por la mejor obra dramática en 1994, que ya anteriormente lo había obtenido por Seascape (1975) y A Delicate Balance (1967). Además dicho escritor fue autor de la obra ¿Quién teme a Virginia Woolf? en 1962.

Edward Albee

La magia del texto de “Three Tall Women” es compleja. Consiste en reunir en escena a tres actrices para que representen a un mismo personaje: una mujer en tres etapas de su vida. La primera, una joven soñadora, todavía inocente. La segunda, de 91 años, no vieja por su edad, sino por la amargura y odio que siente hacia cuanto le rodea. Y entre ambas, la tercera, que es la clave del misterio, una mujer madura en plena transición de hada a bruja.
                           Albernas, Montero e Inguanzo
La novedad de esta obra fue que las tres actrices, son el mismo personaje, pero en el primer acto aparecen juntas, pero enfrentadas en escena. La vieja se acuerda de sus dos versiones más jóvenes con nostalgia. La dama intermedia recuerda a la joven y la envidia, pero a la vieja no la reconoce, y la desprecia. La joven no conoce a ninguna de las otras dos, le repugnan y le parece increíble que puedan tener algo en común.
Con esos antecedentes, la lectura dramatizada de Miami recrea las relaciones personales entre esas tres mujeres, nombradas como "A" (Zully Montero), "B" (Rosie Inguanzo) y "C " (Carmen Albernas). Cada una de las actrices crean sus personajes. 
         Albernas, Montero e Inguanzo
La primera, Zully Montero, es una anciana que ronda los 90 años, acaudalada, despótica y con síntomas leves de la enfermedad de Alzheimer. 
Zully Montero
La segunda, la secretaria-cuidadora, Rosie Inguanzo, es una cincuentena, cínica y despegada.
Rosie Inguanzo
La tercera, Carmen Albernas es una joven soñadora de 26 años que representa a una firma de abogados que hace presencia en esa casa por los recurrentes impagos, por negligencia, del personaje A, la anciana.
Carmen Albernas
El diálogo trascurrió con el intercambio de historias de la juventud del personaje A (Zully Montero). El personaje B (Rosie Inguanzo) quien le siguió la corriente, mientras C (Carmen Albernas) intentó introducirse en la conversación tratando de hablar del asunto legal que le ha llevado a esa casa, aunque sin demasiada fortuna. Hubo diálogos de gran comicidad y el público reaccionó con agrado y sonrisas. La lectura dramatizada fluyó bien hasta que le dio un ataque cardiovascular al personaje central. 
En las puestas originales de los 90’s, dicho momento, indicaba el final de primer acto. En esta lectura dramatizada, Miami 2020, un “black out” enmarcó dicha transición. Un sonido de algo o alguien que se había caído atrás del escenario, hizo saltar como un resorte al director Larry Villanueva, mejor director premio "Escena de Miami" 2019.
Larry Villanueva
Por segundos flotó en temor de que Zully Montero, quien había salido de la escena, se hubiese caído. La entrada de un maniquí, en una camilla empujado por ella, calmó los nervios de varios de los presentes y la lectura dramatizada continuó.
Zully Montero
A partir de ese momento, el complejo mundo teatral de Edward Albee entró en acción, lo que hasta ese momento se habia visto y entendido cambiaba radicalmente.

La representación del personaje "A" fue encarnado por el maniquí, el cual reposaba en una camilla, en actitud vertical. Por lo tanto, las actrices que personificaron A, B, y C en la primera parte de la lectura como identidades separadas, ya no lo fueron más. En la segunda parte, las tres artistas representaron al mismo personaje "A", pero al unísono, en tres diferentes edades de su vida y con roles intercambiables. 
Parte de la audiencia, entró en confusión, no alcanzaba a comprender qué pasaba?. En algún momento el montaje de “Tres mujeres altas” se volvió denso.

El espíritu teatral de Edward Albee se hizo presente y no fue fácil entenderlo. Pero las tres buenas actuaciones salvaron la situación. Conociendo la obra original noté cortes al texto. Esas ediciones provocaron falta de coherencia en el desarrollo de la trama de la lectura dramatizada.
Roberto Santamarina
De repente, el hijo del personaje A, (el actor Roberto Santamarina), entró en silencio a escena con un ramo de flores.  Permaneció de pie y luego se sentó en silencio junto al maniquí en actitud de remordimiento o culpa por el abandono a su madre. Fue cuando se vivieron los momentos más dramáticos de la lectura teatral y donde las dotes histriónicas de las tres actrices lucieron en su máxima expresión. Un decálogo de odios guardados, de rencores contenidos y de reclamos dolorosos salieron del silencio contra el hijo.   

La lectura dramatizada terminó con un debate entre los personajes A, B y C, que nuevamente tomaron vida al final de la puesta y cuando surgió la última pregunta, Zully Montero, retomó al personaje central, “A”, y pronunció su último parlamento sentenciando que el momento más feliz de su vida fue cuando todo estaba ya hecho y pudo finalmente detenerse. Es decir, algo así, como el encuentro con la muerte. A pesar de ser una lectura dramatizada, Zully  Montero  lució extraordinaria. Fue una delicia verla actuar.  
Zully  Montero 
Rosie Inguanzo, dio una clase maestra. Caminó la escena con distinción y experiencia. 
Rosie Inguanzo
Mientras que Carmen Albernas, se mostró segura, apoyada en sus colegas, pero mostrando su talento.  Su presencia  evocó la obra “Neva”, puesta en escena nominada como la mejor obra del premio “Escena de Miami” 2019.
Carmen Albernas - obra "Neva"
Sobre la dirección, Larry Villanueva quedó en deuda, y él lo sabe. Hubo detalles en la dirección que se guardaron como asignaturas pendientes.

Larry Villanueva
El público noble y generoso. Muchas veces cómplice y amigo. Premió con una sincera ovación de pie al final. !Albricias! 
Se abre el telón y bienvenidos del 2020 al mundo del teatro en Miami que nos deparará muchas sorpresas y las cuales estaremos observando con visión perfecta... 20-20!

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Jorge Herrera-Monroy, periodista, crítico de teatro, blogger, productor, presentador y locutor de TV/Radio. Nacido en Mérida, Yucatán, México. Con más de 35 años de experiencia en medios de comunicación en México y Estados Unidos. Egresado de Ciencias de la Comunicación en la Universidad Anáhuac Norte, la Ciudad de México. herreramonroy@hotmail.com