Por: Jorge Herrera-Monroy
El árbol de Navidad es un elemento decorativo,
típico de las fiestas Navideñas. Tradicionalmente suele emplearse una conífera
de hoja perenne, destacando entre ellas las especies naturales de abeto y pino.
En la actualidad, se mantiene esa tradición, pero también está muy popularizado
el uso de árboles artificiales, de plástico y otros materiales sintéticos. Se
decora con adornos como esferas de colores de cristal u otro material menos
frágil, luces, estrellas, lazos, guirnaldas u otras decoraciones. Pero de dónde
proviene esta costumbre? Me di a la tarea de investigar y me encontré una muchos documentos que hablan sobre el origen del Árbol de navidad, unos
incompletos y otros religiosos tendenciosos, pero ninguno que hablara en un buen sentido histórico hasta que tope con un articulo de Ramón Talavera Franco, un
investigador mexicano de tradiciones y culturas universales, que me dio un
verdadero punto de partida, después le agregar más horas de investigación aquí les presento mi versión periodística... Con un verdadero SABOR HUMANO NAVIDEÑO...
Un origen que no todo mundo conoce
La tradición del árbol de navidad como lo conocemos
surgen en Alemania. Cuenta la historia germana, que el árbol sostenía al mundo
y que en sus ramas estaban sostenidas las estrellas, la luna y el sol. Era un
símbolo de vida, porque a pesar de los duros inviernos, éste no perdía su
follaje y verdor. Pero los alemanes obtuvieron esta ancestral costumbre de los
romanos, quienes a su vez la heredaron de los babilonios y éstos de los egipcios,
es decir que el significado del árbol de navidad tiene muchos siglos previos antes del nacimiento de Jesucristo y su origen es pagano.
El árbol egipcio, la palma
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Una investigación profunda de Frederick J. Haskin en
la obra "Respuestas a Preguntas" afirma: “La tradición del árbol de Navidad
data de Egipto, su representación era la palma y su origen se dio un período
muy anterior a la Era Cristiana". De allí, esa tradición pasa a Babilonia
con modificaciones. Debemos entender y aceptar que los conceptos de la Navidad no tienen su origen en el cristianismo puro, sino en el paganismo de Babilonia aproximadamente 2600 años A.C. La historia relata que en aquel entonces existía una reina llamada SEMIRAMIS en cuyo vientre crecía su hijo TAMUZ, que según aquella religión, habría concebido virginalmente.
El árbol de la vida |
La antigua fábula babilónica que relata este suceso de la siguiente forma "Era un árbol de hoja perenne, el cual brotó de un tronco muerto. Ese viejo tronco simbolizaba a Nimrod muerto, y el nuevo árbol que cuenta con la hoja perenne simbolizaba que Nimrod había vuelto a la vida en la presencia de Tamuz!". Este árbol fue también como el de la vida. Miles de años después, los
romanos toman el símbolo
del árbol, a través del abeto, el cual era decorado con cerezas rojas durante
la Saturnalia, una festividad romana que se celebraba entre el 17 al 24 de
diciembre y se remataba con la Brumalia, el 25 de diciembre cuando se celebraba
el día más corto del año y el nacimiento del "Nuevo Sol". La
Saturnalia y la Brumalia paganas estaban muy arraigadas entre los
romanos y dichas costumbres fueron depuestas en su práctica ante la influencia cristiana que toma vigencia a partir del emperador Constantino.
Las leyendas en torno al árbol de navidad
continuaron con los primeros cristianos que llegaron al norte y el centro de
Europa, éstos descubrieron que los habitantes de estas tierras celebraban el nacimiento de Frey,
dios del Sol y la fertilidad, adornando un árbol perenne, en la fecha próxima a
la navidad cristiana. Este árbol simbolizaba al árbol del Universo, llamado
Yggdrasil, en cuya copa se hallaba Asgard (la morada de los dioses) y el
Valhalla (el palacio de Odín); y en las raíces más profundas estaba Helheim (el
reino de los muertos). Al evangelizar esos pueblos europeos, los conversos al
cristianismo, tomaron la idea del árbol, para celebrar el nacimiento de Cristo,
pero cambiándole totalmente el significado.
Dios Odín |
Otro relato pre-cristiano, cuenta que el primer
árbol de navidad fue decorado con sangre. Mientras que una fábula predominante en mitología nórdica y predominante en la región centroeuropea conquistada por los romanos, ahora equivalente a los territorios que ahora ocupa Alemania. Cuenta
en estas tierras se realizaban dos ritos: el primero al Dios Odín (padre de
todos). Su rito consistía en que un grupo de
guerreros se reunía en torno al roble sagrado de Odín y a manera de tributo, ofrendaban las vidas de los prisioneros de guerra. El segundo rito estaba dedicado al Dios Thor, (hijo de Odín, considerado como el más fuerte de todos los Dioses nórdicos).
Dios Thor |
En su nombre realizaban una ceremonia con pencas de palma
de doce hojas, cada una de las cuales representaba un mes del año. Al finalizar
la ceremonia, encendían la punta de cada hoja y apilaban las palmas en forma de
pirámide formando una hoguera en su honor. Sin embargo con la instauración del cristianismo
surgen cambios importantes a partir del siglo VII, en Alemania con la llegada
del monje San Bonifacio (680-754). Al darse cuenta de los sacrificios humanos
que practicaban los nativos en el roble dedicado a Odín, San Bonifacio decidió
usar un abeto para evangelizarlos a través de él. Aprovechando su forma
triangular, logró transmitirles el concepto de la santísima trinidad (Dios
padre, hijo y espíritu santo). También, poco a poco consiguió que los nativos
se convirtieran a la religión cristiana y que empezaran a venerar este abeto
como el árbol de Dios, así como antes veneraron el roble como el árbol del Dios
Odín.
Se dice que San Bonifacio, evangelizador de Alemania, tomó un hacha y
cortó un árbol que representaba al Yggdrasil (aunque también pudo ser un árbol
consagrado a Thor), y en su lugar plantó un pino, que por ser perenne,
simbolizó el amor de Dios, adornándolo con manzanas y velas. Las manzanas simbolizaban
el pecado original y las tentaciones, mientras que las velas representaban la
luz de Jesucristo como luz del mundo.
Primeros ornamentos Navideños
En lo que se refiere a la ornamentación original de
árbol de navidad, se afirma que fue Martín Lutero (1483-1546) fue quien la “inventó” en Alemania. Según cuenta la leyenda, una noche en la
que Lutero regresaba a casa, observó que la luz de las estrellas centelleaba en
las ramas de los árboles cubiertos de nieve. Esto le hizo recordar la estrella
de Belem que guió a los pastores la noche en que nació Jesús e inspirado por
esta imagen taló un árbol, lo llevó a su casa y lo decoró con velas, nueces y
manzanas tratando de explicar así los dones que los hombres recibieron con el nacimiento
de Jesucristo.
Al correr de los años, esta idea se esparció por
algunas provincias germanas y para el siglo XVI, la gente ya empezaba a tener
la costumbre de colocar un abeto en sus hogares.
Mientras que la existencia de árboles decorados con
motivos cristianos en las iglesias se remonta a Alsacia, una región que forma parte
del Sacro Imperio Romano Germánico, en donde estos árboles y se colocaba en el
coro de los templos. Su significado representaba el árbol del paraíso lleno de
manzanas recordando la fruta de la tentación y el pecado de “Adán y Eva”.
Con el paso del tiempo se añadirán hostias,
símbolos eucarísticos y frutos de la redención, como primeras ornamentaciones
eclesiásticas. Es así como, poco a poco, los feligreses fueron remplazando en
sus casas las ramas de abeto por todo el árbol decorado de esta manera, sobre
todo a comienzos del siglo XVI.
Desde finales del siglo XVI se añaden rosas y otras
flores, a veces hojas de metal doradas que recuerdan al árbol de Jessé que
representa la filiación de Cristo, pero también la Rosa de la Navidad.
Más tarde, a finales del siglo XVII, principios del
XIX se añadirán a la decoración las nueces doradas y plateadas.
Las hostias se irán remplazando poco a poco por las
galletas de navidad “Bredele” y las confiterías con espuma de azúcar, pasta de
almendras y pan de anís.
En la segunda mitad del siglo XIX se extenderá el
uso de imprimir y de prensar imágenes brillantes, cortadas y embutidas en
relieve, que se pegan sobre objetos de azúcar y chocolate. Se inventa el azúcar
glaseada y se bañan las galletas de navidad con granulado de colores.
Con fue avanzando la tradición del árbol de navidad
y su ornamentacion, se comenzaron a inventar adornos, naciendo así los mercados
de objetos de navidad en algunos pueblos de Alemania. En estos mercados, la
gente compraba regalos, comida, pan de jengibre y adornos de velas para
colocarlos al pie de sus árboles. Y las familias comenzaron a tener la
costumbre de reunirse en torno al árbol de navidad.
Por último, y a finales del siglo XIX aparecerán
las figuras de cera, en su mayoría angelotes, vestidos con finas hojas de metal
dorado o plateado, con los que se confeccionan guirnaldas o estrellas; se doran
los piñones, se decoran las bolas y las campanillas.
Al determinarse el 24 de diciembre a la medianoche,
como el día del natalicio de Jesucristo, se empezó con otra tradición: llevar a
los niños de paseo o de día de campo previo al avenimiento, para que los
adultos pudieran colocar y decorar con dulces y juguetes el árbol. Así a su
regreso, los niños eran sorprendidos con el árbol y sus regalos, dando inicio
la celebración de la fiesta de navidad y los regalos al pie de árbol inspirados
en otra tradición nórdica de poner regalos para los niños bajo el árbol, enviados
por los San Nicolás, conocido también como Papá Noel, o traídos de polo norte o
de oriente por los Reyes Magos.
Mientras que el primer árbol navideño público, como
se conoce en la actualidad, se implantara en Alemania en 1605 para ambientar el
frío de la Navidad y así comenzó su difusión popular en plazas y parques.
De Alemania el árbol de navidad fue llevado a Finlandia
en 1800, mientras que a Inglaterra la costumbre llegó en 1829, y al Castillo de
Windsor en 1841, el príncipe Alberto, alemán de nacimiento y amante de la
tradición y esposo de la reina inglesa Victoria, pidió que se colocara un
inmenso árbol de navidad en el Castillo y fue tal su aceptación que pronto se
propagó a la clase media y luego a las clases trabajadoras en el trono británico.
En esa época, también, inició otra costumbre que fue
que las mujeres realizaran las decoraciones navideñas en sus casas, siendo
algunas de ellas: ángeles, pequeñas bolsas que contenían regalos secretos,
canastas con almendras azucaradas y velas.
Después de la muerte de la Reina Victoria, el
pueblo británico se puso de luto y se dejaron de instalar los árboles en las
casas por un tiempo, pero prontamente se recuperó esta tradición e Inglaterra
volvió a iluminar sus hogares con los árboles de navidad.
La costumbre de árbol de navidad continua su
expansión y llega a los hogares españoles 1870, por una mujer de origen ruso
llamada Sofía Trubetskaya, que después de enviudar del duque de Morny,
hermanastro de Napoleón III, contrajo segundas nupcias con el aristócrata
español Pepe Osorio, el Gran Duque de Sesto y ella llevo esta tradición a
España.
Mientras que a America, el árbol de navidad y su
ornamentación, llega a principios del siglo XVIII, a Estados Unidos, traído por
inmigrantes alemanes, que vinieron a radicar a esta nación y donde la tradición
se enriqueció.
Situación similar ocurre con México, inmigrantes
españoles traen es tradición del árbol de navidad, pero a su llegada en el
siglo XVIII se fusiona con una serie de costumbres españolas y mexicanas previas
en torno al período navideño, como eran la preparación de la corona y los
cirios de adviento, la piñata, las posadas, las pastorelas, el nacimiento, los
villancicos, la cena de Navidad, y así como la elaboración de juguetes de
madera, para fomentar el gozo y la alegría de los niños.
Árboles de Navidad en los Siglos XIX y XX
Debido a la cada vez mayor tala de árboles
aumentaba, se empezaron a inventar los árboles de navidad artificiales.
Comenzaron a ser importados de Alemania a América alrededor de 1880 a través de
tiendas como FW Woolworth. Fueron seguidos por patentes de luz eléctrica y
ganchos de metal para colgar las decoraciones.
Estos primeros árboles de navidad eran pequeños,
pero a finales del siglo XIX, comenzaron a fabricarse árboles cada vez más
grandes. Esto marcó un hito en la sociedad, convirtiéndose en un símbolo de
estatus: mientras más grande era el árbol, más opulenta era la familia y los
adornos de esa época mas sobrecargados.
En ese entonces, el mercado de árboles y adornos de
navidad empezaba a expandirse por toda América y Europa, pero durante la
primera guerra mundial, los árboles de navidad y los adornos tuvieron que ser
guardados en sus cajas en espera de la ansiada paz.
En Inglaterra, por ejemplo, algunas familias
optaron por decorar pequeños árboles y colocarlos en sus refugios, como una
manera de aligerar su espera, pero al finalizar la guerra, inmensos árboles de
navidad decoraron las plazas públicas y los hogares.
A mediados de los años 60’s, las ideas modernistas
acapararon el mercado de los árboles de navidad y empezaron a crearse los
árboles de aluminio plateado, pero hacia los años 70’s se recobró el gusto por
los árboles naturales.
Ahora, en siglo XXI, los materiales, tamaños y
formas de los árboles de navidad y ornamentos son muy variados. Los fabricantes
compiten por hacer adornos cada vez más llamativos y frágiles y las tiendas
llenan sus anaqueles con esferas, muñecos, ángeles, Santa Clauses que ríen y
bailan; luces de colores con o sin música, es toda una industria que crece día
a día en torno a la navidad.
Los Árboles y sus Significados
En muchas religiones, sobretodo las orientales, el
árbol es un signo de encuentro con lo sagrado, del encuentro del hombre con la
divinidad y de la divinidad con el hombre. En Mesoamérica, el árbol guarda un
significado místico; inclusive consideraban el ahuehuete como árbol sagrado.
Las tribus nórdicas europeas y americanas tenían árboles sagrados, como el
roble, en torno al cual se reunían para ritualmente entrar en comunión con sus Dioses.
El árbol de Navidad, ahora tan común e importante
en la cultura occidental, lo fue entre los paganos Egipto y Roma antiguos. En el
imperio egipcio, ese árbol se representaba con la palmera; mientras que en el
imperio romano, lo fue el abeto y en la actualidad, en el mundo occidental, lo
es el pino. En Egipto, la palmera simbolizaba al Mesías pagano, conocido como
Baal-Tamar; mientras que el abeto entre los romanos simbolizaba a Baal-Berit, la
madre de Adonis, el Dios-Sol, la más grande divinidad mediadora, a la cual se
decía místicamente que había sido transformada en un árbol y que había dado a
luz un hijo divino, encarnado sobre la tierra, conocido como el "Natalis
invicti solis" o la perpetuidad y la naturaleza eterna de su máximo poder.
En la actualidad, el pino, representan la santísima trinidad Dios padre, hijo y
espíritu santo. Es el símbolo de la unión del cielo y la tierra, nos recuerda
la redención y se asocia con el árbol de la vida, que lucía en medio del jardín
del edén. Con respecto a los adornos, como las esferas, sustitutas de las
manzanas, simbolizan los frutos del Árbol vivo que es Jesús y los dones que Dios
les ha dado a los hombres. Las luces, que han relevado a las velas, representan
la luz de Cristo y el pasaje iluminado hacia el nacimiento, el estado
paradisíaco que es el amor en Cristo. Mientras que los lazos, representan la
unión de las familias y personas queridas alrededor de dones que se desean dar
y recibir. El nacimiento, que también forma parte ahora de la decoración del
árbol, significa el pasaje bíblico de nacimiento del niño Jesús en Belem y la
llegada de los Reyes Magos de Oriente. Y finalmente, la estrella que se coloca
en la punta del árbol, connotan la fe que debe guiar la vida del cristiano y la redención de la humanidad.
Aunque algunas de las tradiciones se han modificado
con el tiempo y según la ubicación geográfica ha adquirido connotaciones
propias en la actualidad, el árbol de navidad con todos sus significados es hoy,
también, el receptáculo de regalos que serán abiertos a la medianoche del 24 de
diciembre, con la finalidad de compartir y recordar el nacimiento del Niño Dios
al son de las 12 campanadas.
Hola.
ResponderEliminarCreo que el árbol de Navidad representa el árbol genealógico de una familia.
Te dejo el link a un post de mi blog en el que hablo de la Navidad. Si tienes un rato lo lees y me harias feliz si lo comentas y das tu opinión.
El link: FELIZ NAVIDAD
Tu post me ha parecido interesante aunque un pelín largo. Quizás más resumido sería más ameno de leer.
Saludos.