Por Jorge Herrera-Monroy /fotos: Miami New Drama. org/Ernesto Sempoll (Fotógrafo) - cortesía.
El domingo 16 de enero 2022, desperté con mi reloj
biológico a mayor velocidad. Durante el día sentía una mezcla de incertidumbre
y emoción. Era mi última oportunidad de presenciar el musical “A Wonderful
World” en Miami. Pero había un inconveniente, la última función estaba
totalmente vendida y una mínima posibilidad de conseguir un boleto. Pero como
todo en contra me la jugué. Nada me impidió, ni la lluvia, apostar por
lograrlo.
Llegué media hora antes del inicio de la función al Teatro Colony y esperé que hubiera alguna inasistencia o cancelación para poder conseguir una entrada. Diez minutos antes de las 5 de la tarde, como final feliz de una película, me avisaron que había un espacio y ese fue para mí.
Fui uno de los últimos espectadores en sentarme. Esta
feliz porque había entrado “A Wonderful World“, al mundo maravilloso de teatro
musical que tanto me gusta, pero en esta ocasión, lo presenciaría en inglés.
Durante la larga espera algunos roles tuvieron que ser
reformulados. La pandemia afectó a varios actores y otros no pudieron ser parte
del elenco final por otros compromisos. Además fue necesario invertir más dinero
en la producción que la convirtió en la más lujosa y cara, $1.2 millones de
dólares, en la historia de la compañía New World Drama.
“A Wonderful World” es un espectáculo musical intenso
y denso en su contenido que cuenta la vida de Louis Armstrong en cuatro capítulos: New Orleans y Chicago en el primer acto. Mientras que en el segundo se desarrolla en Hollywood y New York,
Escrito por el dramaturgo y escritor de televisión Aurin
Squire, creador de múltiples series de televisión ("This is Us", "The Good
Fight", "Evil" y Seven Deadly Sins), quien vivió su niñez y
adolescencia en Opalocka, Florida, regresa a Miami con esta magnífico trabajo.
En primera instancia, la vida y la leyenda Louis
Armstrong a través de las visiones de las cuatro mujeres con quienes se casó -Daisy Parker una volátil prostituta de New
Orleans; Lil Hardin, una pianista de
Chicago que ayudó a pulir la imagen Armstrong; Alpha Smith, la glamorosa de
Hollywood, la única esposa que lo dejó y Lucille Wilson, la excantante del
Cotton Club, y la última pareja del músico en Nueva York de 1942 a 1971- ellas muestran a un esposo siempre genio pero
defectuoso y complicado… sobretodo atrapado por todo tipo de deseos y carencias
hasta el final de sus días a la edad de 69 años.
En segunda instancia, muestra el nacimiento del jazz
en la ciudad natal de Armstrong, Nueva Orleans, y la evolución musical de este
ritmo, de él mismo y su estrellato internacional quien por décadas dominó las
listas de popularidad con sus diferentes éxitos, muchos de los cuales son
cantados y bailados en este espectáculo.
Finalmente en una tercera instancia, explora la tumultuosa historia de la raza afroamericana en Estados Unidos, desde principios del siglo XX hasta mediados de los años setenta, tiempo de los derechos civiles en esta nación.
Musicalmente esta puesta en escena es muy rica. Contiene
46 canciones (algunas completas, otros fragmentos) en una generosa partitura
musical, las cuales son principalmente éxitos asociados con Armstrong. La dirección y los arreglos
fueron bajo la supervisión musical de Annastasia Victory (Caroline or Change of
Broadway y Once on This Island) y Michael O. Mitchell (MJ the Musical of
Broadway y Motown the Musical).
Los músicos en vivo, una banda de siete miembros, se enfrentaron a los innumerables desafíos estilísticos de la partitura y, de manera crucial, los trompetistas Jean Caze y Luvens Lubin entregan sus creaciones al actor Juson Williams, quien magistralmente fingía tocar la trompeta pero en realidad no lo hizo.
Juson Williams - Louis Armstrong y emsamble- Ernesto Sempoll - cortesía |
Curiosamente la canción “What a Wonderful World” escrita por Bob Thiele y George David Weiss, que es el tema central de este musical, no fue el éxito rotundo para Louis Armstrong como se esperaba en otoño de 1967 en Estados Unidos cuando fue estrenada y solo vendió menos de mil copias. La intención de la canción fue buscar ser un antídoto al clima político y racial de la década de los 60 pero no funcionó. El tema tuvo mayor recepción en el Reino Unido, en donde alcanzó el primer puesto de ventas en 1968.
La dirección de “A Wonderful World” fue depositada en
manos del veterano de Broadway y West End, el inglés Christopher Renshaw, (Broadway's
Taboo, The King and I), ganador de Drama Desk y nominado al premio Tony, quien
con maestría trabajo con sus colaboradores para ofrecer un retrato fascinante y
muy entretenido de Louis Armstrong, moldeando el entorno del artista, sus
propios deseos aparentemente insaciables y el rostro de la sociedad
estadounidense radical de esas décadas.
Este musical tuvo un elenco de 18 personas, una mezcla
de talento local como foráneo de New York y Chicago, el cual en su conjunto ofrecieron
momentos impactantes e interludios íntimos memorables.
Elenco del musical "A wonderful world" - Ernesto Sempoll - cortesía |
El
elenco adicional y emsamble de baile Lindsey Corey, Imran Hylton, Kareema
Khouri, Paul Louis, Ashley McManus, Alysha Morgan, Khadijah Rolle, Donesha
Rose, Casey Sacco, Ben Sandomir, Brett Sturgis, Kevin Tate y Dori Waymer.
Juson Williams es, por supuesto, el personaje
principal, y su transformación de un inocente chico de Nueva Orleans en un
artista, a una superestrella, fue maravillosa.
Christina Sajous y compañía - Ernesto Sempoll - cortesía |
Juson-Williams-Christina-Sajous-Allison-Semmes-Darlene-Hope-Nicole-Henry- Ernesto Sempoll Cortesía |
El diseño escénico de Adam Koch, dominado por baúles
apilados y plataformas, son transformados por las proyecciones igualmente
importantes de Steven Royal de un burdel a un barco fluvial a Chicago, las
calles de Hollywood y la ciudad de Nueva York. Por cierto dicha escenografía
permaneció en el escenario del Colony Theater durante los últimos 21 meses,
esperando el regreso de los artistas que darían vida al mundo de Armstrong.
La iluminación de Cory Pattak logró todos los estados
de ánimo, y el diseño de sonido de Kai Harada fue receptivo y claro. El
vestuario, los trajes que abarcan todas las épocas, fueron de Ari Fulton… ¡fabulosos!
y el diseño de utilería de Jameelah Bailey preciso.
Juson Williams (Louis Armstrong) - Jason Holley (Lincoln Perry) - Ernesto Sempoll-cortesía |
Apoyando la
proyección futura de Squire, el director Michel Hausmann concluyó “A
Wonderful World” es una obra política y socialmente astuta sobre Estados
Unidos”, y es tiempo que volteen a verla en busca de un mundo nuevo. Hay ciertas
cosas que no deberían ser estacionales. Enfrentar la opresión, especialmente de
los afroamericanos, es un tema urgente de equidad para un mundo mejor”.
Después de dos horas y media de espectáculo. La magia
de “A Wonderful World” terminó. Afuera me esperaba la realidad y la continuidad
de la vida por la calle de Lincoln Road.
No pude asistir lamentablemente.Pero este recorrido atravês de este extraordinario artículo me hace sentir que estuve presente.
ResponderEliminarUna de mis misiones es ser periodista es llevar a los espectadores con mis colaboraciones a experimentar la mágica de estar presentes. Gracias por tu comentario Chimps.
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